El agua
El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano. A medida que se eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua: es la condensación. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego, caen por su propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace mucho frío, el agua cae como nieve o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia.
Una parte del agua que llega a la tierra será aprovechada por los seres vivos; otra escurrirá por el terreno hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este fenómeno se le conoce como escorrentía. Otro poco del agua se filtrará a través del suelo, formando capas de agua subterránea. Este proceso es la percolación. Más tarde o más temprano, toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la evaporación. En el transcurso de estos procesos el agua arrastra contaminantes que están en la atmosfera o materias orgánicas, desechos de animales, sales de calcio, manganeso, hierro, etc. a su paso por las diferentes capas de la tierra y de detergentes o desechos industriales a través de los ríos.
El resultado de este proceso es un agua con mal sabor, olor y con una cantidad de minerales que la hacen poco apropiada para el consumo.